lunes, 14 de abril de 2014

El Dia En Que Jesus Guardo Silencio

Aún no llego a comprender cómo ocurrió, si fue real o un sueño. Solo recuerdo que ya era tarde y estaba en mi sofá preferido con un buen libro en la mano. 
El cansancio me fue venciendo y empece a cabecear. 
En algún lugar entre la semi-consciencia y los sueños, me encontré en aquel inmenso salón, no tenia nada en especial salvo una pared llena de tarjeteros, como los que tienen las grandes bibliotecas. Los ficheros iban del suelo al techo y parecía interminable en ambas direcciones. Tenían diferentes rótulos. Al acercarme, me llamó la atención un cajón titulado "muchachas que me han gustado" . Lo abrí descuidadamente y empecé a pasar las fichas. Tuve que detenerme por la impresión, había reconocido el nombre de cada una de ellas: !se trataba de las muchachas que a mí me habían gustado!!! 
Sin que nadie me lo dijera, empecé a sospechar de dónde me encontraba. Este inmenso salón, con sus interminables ficheros, era un crudo catálogo de toda mi existencia. 
Estaban escritas todas las acciones de cada momento de mi vida, pequeños y grandes detalles, momentos que mi memoria ya había olvidado. Un sentimiento de expectación y curiosidad, acompañado de intriga empezó a recorrerme mientras abría los ficheros al azar para explorar su contenido. Algunos me trajeron alegría y momentos felices, otros por el contrario, un sentimiento de vergüenza y culpa tan intensos que tuve que volverme para ver si alguien me observaba. 
El archivo "Amigo" estaba al lado de "Amigos que traicioné" y "Amigos que abandoné cuando mas me necesitaban". Los títulos iban de lo mundano a lo ridículo. "Libros que he leído", "Mentiras que he dicho", "Consuelo que he dado", "Chistes que conté", otros títulos eran: "Asuntos por los que he peleado con mis hermanos", "Cosas hechas cuando estaba molesto", "Murmuraciones cuando Mamá me reprendía de niño", "Vídeos que he visto" No dejaba de sorprenderme de los títulos. En algunos ficheros habían muchas más tarjetas de las que esperaba y otras veces menos de las que yo pensaba. 
Estaba atónito del volumen de información de mi vida que había acumulado. Sería posible que hubiera tenido el tiempo de escribir cada una de esas millones de tarjetas? Pero cada tarjeta confirmaba la verdad. 
Cada una escrita con mi letra, cada una llevaba mi firma. Cuando ví el archivo "Canciones que he escuchado" quedé atónito al descubrir que tenía mas de tres cuadras de profundidad y, ni aún así, vi su fin. Me sentí avergonzado, no por la calidad de música, si no por la gran cantidad de tiempo que demostraba haber perdido. 
Cuando llegué al archivo: "Pensamientos lujuriosos" un escalofrío recorrió mi cuerpo. Sólo abrí el cajón unos centímetros Me avergonzaría de conocer su tamaño. Saqué una ficha al azar y me conmoví por su contenido; me sentí asqueado al constatar "ese" momento, escondido en la obscuridad, había quedado registrado. 
No necesitaba ver más. 
Un instinto animal afloró en mi. Un pensamiento dominaba mi mente: Nadie debe entrar jamás a este salón!Tengo que destruirlo! 
En un frenesí insano arranqué un cajón, tenía que vaciar y quemar su contenido. Pero descubrí que no podía siquiera desglosar una sola del cajón. Me desesperé y traté de tirar con más fuerza, sólo para descubrir que eran más duras que el acero cuando intentaba arrancarlas. 
Vencido y completamente indefenso, devolví el cajón a su lugar. Apoyando mi cabeza al interminable archivo, testigo invencible de mis miserias, empecé a llorar En eso el título de un cajón pareció aliviar en algo mi situación: 
"Personas a las que les he compartido el evangelio". La manija brillaba, y al abrirlo, encontré menos de 10 tarjetas. Las lágrimas volvieron a brotar de mis ojos. Lloraba tan profundo que no podía respirar; caí de rodillas al suelo llorando amargamente de vergüenza. Un nuevo pensamiento cruzaba mi mente: nadie deberá entrar a este salón, necesito encontrar la llave y cerrarlo para siempre. 
Y mientras me limpiaba las lágrimas, lo ví. 
!Oh no!, !Por Favor no!, !El no!, cualquiera menos Jesús!!. Impotente vi cómo Jesús abría cajones y leía cada una de mis fichas. No soportaría ver su reacción. 
En ese momento no deseaba encontrarme con su mirada. 
Intuitivamente Jesús se acercó a los peores archivos. Porqué tiene que leerlos todos?. Con tristeza en sus ojos, buscó mi mirada y yo bajé la cabeza de vergüenza, me llevé las manos al rostro y empecé a llorar de nuevo. El, se acercó, puso sus manos en mis hombros. Pudo haber dicho muchas cosas, pero El no dijo una sola palabra. 
Allí estaba junto a mí, en silencio. Era el día en que Jesús guardó silencio y lloró conmigo. 
Volvió a los archivadores y, desde un lado del salón, empezó a abrirlos, uno por uno, y en cada tarjeta firmaba su nombre sobre el mío. !NO!!, le grité corriendo hacia él. Lo único que atiné a decir fue solo !No!, !No!, !No! cuando le arrebaté la ficha de su mano. Su nombre no tenía porque estar en esas fichas. No eran sus culpas!!, Eran las mías!!. Pero allí estaban, escritas en un rojo vivo. Su nombre cubrió el mío, escrito con su propia sangre. Tomó la ficha de mi mano, me miró con una sonrisa triste y siguió firmando las tarjetas. 
No entiendo cómo lo hizo tan rápido. Al siguiente instante lo ví cerrar el último archivo y venir a mi lado. Me miró con ternura a los ojos y me dijo: Consumado Es, Esta Terminado, Yo He Cargado Con Tu Vergüenza Y Culpa. 
En eso, salimos juntos del salón Salón que aún permanece abierto. 
Por que todavía faltan más tarjetas que escribir. 
Aún no se si fue un sueño, una visión, o una realidad Pero, de lo que si estoy convencido, es que la próxima vez que Jesús vuelva a ese salón, encontrará mas fichas de qué alegrarse, menos tiempo perdido y menos fichas vanas y vergonzosas.



¿Viste A Dios?

En un salón de clases, la maestra iba a explicar la teoría de la evolución a los niños. Le preguntó a uno de los estudiantes:
-Tomás, ¿ves los árboles afuera? - Sí, contestó en niño. - ¿Ves la rama? -Sí.
Entonces, envió a Tomás a fuera y le dijo que mirara hacia arriba para ver si veía el cielo. Tomás entró y dijo: - Sí, maestra, vi el cielo. - ¿Viste a Dios? - No. La maestra, mirando a los demás niños del salón, dijo: -A eso es a lo que me refiero. Tomás no pudo ver a Dios porque no está allí. Sencillamente Dios no existe.
En esos momentos una de las niñas se levantó y pidió permiso a la maestra para hacerle unas preguntas a Tomás. La maestra accedió.
-Tomás, ¿ves la rama allá afuera? - Sí, contestó. - ¿Ves los árboles? - Síiiii, dijo el niño.- ¿Ves el cielo?, volvió a preguntar. - Sí. - ¿Ves el cerebro de la maestra? - No
La niña, dirigiéndose a sus compañeros dijo: - Niños, entonces y de acuerdo a lo que hemos aprendido hoy, ¡la maestra no tiene cerebro!.
Recuerden que no siempre es necesario ver para creer.
Bienaventurados los que creyeron sin ver los milagros de Dios.... " LA FELICIDAD ES UN TRAYECTO, NO UN DESTINO "

Un Hombre, su Caballo y su Perro.

Un hombre, su caballo y su perro, caminaban por una calle.
Después de mucho caminar, el hombre se dio cuenta que los tres habían muerto, en un accidente.
Hay veces que lleva un tiempo para que los muertos se den cuenta de su nueva condición.
La caminata era muy larga, cuesta arriba, el sol era fuerte y los tres estaban empapados en sudor y con mucha sed.
Precisaban desesperadamente agua. En una curva del camino, avistaron un portón magnífico, todo de mármol, que conducía a una plaza calzada con bloques de oro, en el centro de la cual había una fuente de donde brotaba agua cristalina.
El caminante se dirigió al hombre que desde una garita cuidaba de la entrada.
- Buen día - dijo el caminante
- Buen día - respondió el hombre
- ¿Qué lugar es este, tan lindo? - pregunto el caminante
- Esto es el cielo - fue la respuesta
- Que bueno que nosotros llegamos al cielo, estamos con mucha sed, dijo el caminante
- Usted puede entrar a beber agua a voluntad - dijo el guardián, indicándole la fuente.
- Mi caballo y mi perro también están con sed.
- Lo lamento mucho - le dijo el guarda - Aquí no se permite la entrada de animales.
El hombre se sintió muy decepcionado porque su sed era grande. Mas el no bebería, dejando a sus amigos con sed. De esta manera, prosiguió su camino.
Después de mucho caminar cuesta arriba, con la sed y el cansancio multiplicados, llegaron a un sitio, cuya entrada estaba marcada por un portón viejo semi- abierto.
El portón daba a un camino de tierra, con árboles de ambos lados que le hacían sombra. A la sombra de uno de los árboles, un hombre estaba recostado, con la cabeza cubierta por un sombrero, parecía que dormía...
- Buen día - dijo el caminante
- Buen día - respondió el hombre
- Estamos con mucha sed, yo, mi caballo y mi perro.
- Hay una fuente en aquellas piedras - dijo el hombre, indicando el lugar.
- Pueden beber a voluntad.
El hombre, el caballo y el perro fueron hasta la fuente y saciaron su sed.
- Muchas gracias - dijo el caminante al salir.
- Vuelvan cuando quieran - respondió el hombre
- A propósito - dijo el caminante - ¿cuál es el nombre de este lugar?
- Cielo - respondió el hombre.
- ¿Cielo? ¡Mas si el hombre en la guardia de al lado del portón de mármol me dijo que allí era el cielo!
- Aquello no es el cielo, aquello es el infierno.
El caminante quedó perplejo.
- Mas entonces - dijo el caminante - esa información falsa debe causar grandes confusiones.
- De ninguna manera - respondió el hombre - En verdad ellos nos hacen un gran favor.
- Porque allí quedan aquellos que son capaces de abandonar a sus mejores amigos.








Sigue Adelante!!!

No te detengas en el camino!
No importa cuántas veces
hayas caído, sino...
Cuántas veces te has levantado!!!
Lleva en tu mente la certeza
de que cuando una puerta se te ha cerrado
Otra mas grande te espera abierta
al final del camino!
Cuando sientas que las fuerzas te abandonan,
recuerda otras veces, que sí estuviste sin ellas,
y milagrosamente las cosas se solucionaron!
Y todo esto porque actuaste bien
y con la conciencia limpia , pero
Sobretodo porque... ¡Dios Estaba Contigo!
Redobla tu fe y con ella alienta tu esperanza
en la Seguridad de que el mañana
será mucho mejor.
Arriba ese Ánimo!!!!
Sigue adelante con la vista al frente
y el paso firme, que nada te detenga!
No combatas con nadie,
pues tu mejor triunfo será aquel
que logres sin combatir!
Sigue a Dios por todas partes
y no tendrás temor en tu vida,
ni correrás ningún peligro.
Con Disciplina vencerás!
Con Sinceridad triunfarás!
Con Coraje te salvarás!
Camina resuelto con el paso firme
como el tren que retumba por las vías,
como el relámpago que relumbra
antes de avisarte!
Lucha por cambiar a tu enemigo,
y conviértelo en tu amigo.
Ayuda a tus amigos a
luchar, sin hacer ver que tú
eres el maestro, sino aumentándoles
su propia iniciativa
No desmerezcas al que no es inteligente,
préstale atención y
ayúdale a incrementar
sus propias fuerzas.
Practica el arte del amor,
avasallando la fuerza de tus enemigos.
Frente al amor perderán su odio,
y la victoria sobrevendrá sola
porque tú no has peleado.
El odio es vencido siempre por el amor
Si mantienes la fuerza de tu corazón,
podrás luchar cuantas veces sea necesario.
Si sientes que disminuye, entonces, mantente
en guardia, pues el más pequeño fallo
te traería malas consecuencias.
Trata de mantenerte al abrigo de Dios,
y evita en lo posible un enfrentamiento.
Triunfan aquellos que:
Saben cuándo luchar y cuándo no,
que saben discernir, y son visionarios.
Si tus sentimientos, tu fuerza, y tu valor
son mejores cada día y te conoces a ti mismo,
conocerás a los demás.
No discutas con aquellos que se esconden
en la profundidad de las sombras
y son expertos en el arte de la envidia.
Tu vuela por elevadas cumbres de los cielos
y cuando tengas que combatirlos,
actúa como el águila , planea primero,
y luego caes en picada,
con la velocidad del rayo,
que destruye la ignominia.
No tengas miedo en reconocer
que eres bueno y talentoso...,
Eres hijo de Dios, Recuérdalo!!
Él no está solamente en algunas personas,
habita en todos y cada uno de nosotros.
Haz que tu luz se irradie, y
verás que ayudas a que
otras personas hagan lo mismo.
Si brindas amor a aquellos que te odian,
comprobarás que ese amor te fortalece.
Recuerda que todos dejarán una huella
inconfundible en tu corazón.
Descubre que hay suficiente bondad
para creer en un mundo de paz.
Una palabra generosa, un abrazo y
una sonrisa serán tuyos,
todos los días de tu vida,
Verás que el dolor que has vivido y los problemas
que has experimentado, te siguen dando el
Poder de Caminar por la Vida.
Y no olvides que habrá seres cuyo amor
y comprensión siempre estarán contigo.
ANIMO!, SIGUE ADELANTE!
que aprenderás
DE CADA VEZ QUE TE LEVANTES!!!


¿Qué es lo mas importante que has hecho en tu vida?


En cierta ocasión durante una charla que di ante un grupo de abogados, me hicieron una Pregunta: 
¿Qué es lo mas importante que ha hecho en la vida? 
La respuesta me vino a la mente en el acto, pero no fue la que di, porque las circunstancias no eran las apropiadas. En mi calidad de abogado de la industria del espectáculo, sabia que los asistentes deseaban escuchar anécdotas sobre mi trabajo con las celebridades. Pero, he aquí la verdadera historia, la que surgió de lo mas cognitivo de mis recuerdos. 
Lo mas importante que he hecho en la vida tuvo lugar el 8 de octubre de 1990. Mi madre cumplía 65 años, y yo había viajado a casa de mis padres en massachusetts, para celebrar con la familia. Comencé el día jugando con un ex condiscípulo y amigo mio que no había visto en mucho tiempo. 
Entre jugada y jugada conversamos acerca de lo que estaba pasando en la vida de cada cual, me contó que su esposa y el acababan de tener un bebe, y que el pequeño los mantenía en vela todas las noches. 
Mientras jugábamos, un coche se acerco, haciendo rechinar las llantas y tocando el claxon con insistencia. Era el padre de mi amigo, que consternado, le dijo que su bebe había dejado de respirar y lo habían llevado de urgencias al hospital. En un instante mi amigo subió al auto y se marcho, dejando tras de si una nube de polvo. 
Por un momento, me quede donde estaba, sin acertar a moverme, pero luego trate de pensar que hacer. Seguir a mi amigo al hospital? 
Mi presencia allí, no iba a servir de nada, pues la criatura seguramente estaría al cuidado de los médicos y enfermeras y nada de lo que yo hiciera o dejara de hacer iba a cambiar las cosas. 
Brindarle mi apoyo moral? Bueno , quizá, pero el tanto su esposa, provenían de familias numerosas, y sin duda estarían rodeados de parientes que les ofrecerían consuelo y el apoyo necesarios pasara lo que pasara. 
Lo único que haría seria estorbar. Ademas, había planeado dedicar todo mi tiempo a mi familia, que estaba aguardando mi regreso. Así, decidí reunirme con ellos e ir mas tarde a ver a mi amigo. Al poner en marcha el auto que había rentado, me percate que mi amigo había dejado las llaves puestas, estacionada junto a las canchas. Me vi entonces en otro dilema: no podía dejar así el vehículo, pero si lo cerraba y me llevaba las llaves, que iba hacer con ellas? Podía pasar a su casa a dejarlas, pero como no tenia a la mano ni un papel para escribirle una nota, no podía avisarle lo que había hecho. Decidí pues ir al hospital y entregárselas. 
Cuando llegue me indicaron en que sala estaban mi amigo y su esposa, como supuse, el recinto estaba lleno de familiares y amigos que trataban de consolarlos. Entre sin hacer ruido y me quede junto a la puerta, tratando de decidir que hacer. 
No tardo en presentarse un medico, que se acerco a la pareja y en voz baja les comunico que su bebe había fallecido, victima del síndrome conocido como muerte en la cuna. Durante lo que pareció una eternidad, estuvieron abrazados, llorando, mientras todos los demás los rodeamos en medio del silencio y el dolor. 
Cuando se recuperaron un poco, el medico les pregunto si deseaban estar unos momentos con su hijo, mi amigo y su esposa se pusieron de pie caminaron resignadamente hacia la puerta. Al verme allí, en un rincón, la madre se acerco, me abrazo y comenzó a llorar. 
También mi amigo se refugio en mis brazos. "gracias por estar aquí", me dijo. Durante el resto de la mañana permanecí sentado en la sala de urgencias del hospital, viendo a mi amigo y a su esposa sostener en brazos a su bebe y despedirse de el. 
Eso es lo mas importante que he hecho en mi vida. Aquella experiencia me dejo tres enseñanzas: 
PRIMERA: lo mas importante que hecho en la vida ocurrió cuando no había absolutamente nada que yo pudiera hacer. Nada de lo que aprendí en la universidad, ni en los seis años que llevaba ejerciendo mi profesión, ni todo lo racional que fui para analizar mis alternativas, me sirvió en tales circunstancias. A dos personas a las que yo estimaba les sobrevino una desgracia y yo era impotente para remediarla. Lo único que pude hacer fue acompañarlos y esperar el desenlace. Pero estar allí en esos momentos en que alguien me necesitaba era lo principal. 
SEGUNDA: estoy convencido que los mas importante que he hecho en mi vida estuvo a punto de no ocurrir debido a que las cosas que aprendí en la universidad, al concepto incluido de ser racional, así como en mi vida profesional. En la escuela de derecho me ensenaron a tomar datos, analizarlos y organizarlos y después evaluar esa información sin apasionamiento. Esa habilidad es vital en los abogados y en muchas otras profesiones mas técnicas que esta. Cuando la gente acude a nosotros en busca de ayuda, suele estar angustiada y necesita que su abogado piense con lógica. Pero al aprender a pensar, casi me olvide de sentir, no tengo duda alguna que debí haber subido al coche sin titubear y seguir a mi amigo al hospital. 
TERCERA: aprendí que la vida puede cambiar en un instante. Intelectualmente, todos sabemos esto, pero creemos que las desdichas les pasan a otros. Así pues, hacemos planes y concebimos nuestro futuro como algo tan real que pareciera que ya ocurrió.













Siempre Ten Presente


Siempre ten presente que la piel se arruga,
el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años...
Pero lo importante no cambia,
tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés viva, siéntete viva.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas...
Sigue, aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
¡¡¡Pero nunca te detengas!!!

HE APRENDIDO...


He aprendido... que cuando estas enamorado, se nota...
He aprendido... Que una persona diciéndome, "Me alegraste el día" alegra mi día.
He aprendido... Que ser niño es más importante, que estar en lo correcto.
He aprendido... Que siempre puedo orar por alguien, cuando no tengo otro modo de ayudarlo.
He aprendido... Que no importa que tan serio requiera la vida que sea, todos necesitamos un amigo con el que podamos reír a carcajadas.
He aprendido... Que algunas veces, todo lo que una persona necesita, es una mano que sostener y un corazón que entender.
He aprendido... Que la vida es como una espiral. Mientras más se acerca al final, más rápido camina.
He aprendido... Que debemos estar felices porque Dios no nos da todo lo que pedimos.
He aprendido... Que el dinero no compra la clase.
He aprendido... Que esas pequeñas cosas que pasan diariamente, son las que hacen la vida espectacular.
He aprendido... Que debajo del duro escudo de las personas, hay alguien que quiere ser apreciado y amado.
He aprendido... Que Dios no hizo todo en un solo día... ¿Qué me hace pensar que yo puedo?
He aprendido... Que ignorar lo hechos... no cambia los hechos.
He aprendido... Que es el amor, no el tiempo... el que cura todas las heridas.
He aprendido... Que cada persona a la que conoces, merece ser obsequiada con una sonrisa.
He aprendido... Que nadie es perfecto... hasta que te enamoras de alguien.
He aprendido... Que las oportunidades nunca se pierden, alguien mas tomara aquella que tu dejaste pasar.
He aprendido... Que desearía haber podido decirle a mi madre cuanto la amo una vez mas, antes de perderla para siempre.
He aprendido... Que uno debe decir palabras suaves y tiernas, porque mas adelante puedes tener que tragártelas.
He aprendido... Que una sonrisa, es la manera más barata, de lucir mucho mejor...
He aprendido... Que no puedo elegir como me siento, pero puedo elegir que hago con respecto a eso.
He aprendido... Que todos quieren estar en la cima de la montaña, pero que toda la felicidad y experiencias agradables, suceden mientras se escala hacia ella.
¡Sonríe! Alegraras el corazón de las personas a tu alrededor



domingo, 13 de abril de 2014

TRES PEQUEÑOS ARBOLES

Erase una vez en la cumbre de una montaña, tres pequeños árboles juntos soñando sobre lo que querían llegar a ser cuando fueran grandes. El primer arbolito miró hacia las estrellas y dijo, "Yo quiero guardar tesoros. Quiero estar repleto de oro y ser llenado de piedras preciosas. Yo seré el baúl de tesoros más hermoso del mundo!" . El segundo arbolito miró un pequeño arroyo realizando su camino al océano y dijo, "Yo quiero viajar a través de aguas temibles y llevar reyes poderosos sobre mí.
Yo seré el barco más imponente del mundo!". El tercer arbolito miró hacia el valle que estaba abajo de la montaña y vio hombres y mujeres trabajando en un pueblo, y dijo "Yo no quiero irme de la cima de la montaña nunca.
Yo quiero crecer tan alto que cuando la gente del pueblo se pare a mirarme,ellos levantarán su mirada al cielo y pensarán en Dios. Yo seré el árbol mas alto del mundo!".
Los años pasaron. Llovió, brilló el sol y los pequeños árboles crecieron alto. Un día, tres leñadores subieron a la cumbre de la montaña. El primer leñador miró al primer árbol y dijo, "Qué árbol tan hermoso es éste!", y con la arremetida de su hacha brillante el primer árbol cayó. "Ahora me deberán convertir en un baúl hermoso, deberé contener tesoros maravillosos!", dijo el primer árbol.
El segundo leñador miró al segundo árbol y dijo, "Este árbol es muy fuerte, es perfecto para mí". Y con la arremetida de su hacha brillante, el segundo árbol cayó. "Ahora deberé navegar aguas temibles!", pensó el segundo árbol "Deberé ser un barco imponente para reyes temidos y poderosos" .
El tercer árbol sintió su corazón sufrir cuando el último leñador lo miró. El árbol se paró derecho y alto y apuntando ferozmente al cielo. Pero el leñador ni siquiera miró hacia arriba y dijo, "Cualquier árbol es bueno para mí". Y con la arremetida de su hacha brillante el tercer árbol cayó.
El primer árbol se emocionó cuando el leñador lo llevó a una carpintería. Pero el carpintero lo convirtió en una caja de alimento para animales de granja. Aquél árbol hermoso no fue cubierto con oro, ni llenado de tesoros, sino que fue cubierto con polvo de cortadora y llenado con alimento para animales de granja hambrientos.
El segundo árbol sonrió cuando el leñador lo llevó cerca de un embarcadero, pero ningún barco imponente fue construido ese día. En lugar de eso aquel árbol fuerte fue cortado y convertido a un simple bote de pesca, era demasiado chico y débil para navegar en el océano, ni siquiera en un río, y fue llevado a un pequeño lago.
El tercer árbol estaba confundido cuando el leñador lo cortó para hacer tablas fuertes y lo abandonó en un almacén de madera. "Que estará pasando", fue lo que se preguntó el árbol, "Yo todo lo que quería era quedarme en la cumbre de la montaña y apuntar a Dios. . . "
Muchísimos días y noches pasaron. A los tres árboles ya casi se les habían olvidado sus sueños. Pero una noche, una luz de estrella dorada alumbró al primer árbol cuando una joven mujer puso a su hijo recién nacido en la caja de alimento. -"Yo quisiera haberle podido hacer una cuna al bebé", le dijo su esposo a la mujer, la madre sonrío mientras la luz de la estrella alumbraba a la madera suave y fuerte de la cuna. Y la mujer dijo, -"Este pesebre es hermoso". Y de repente, el primer árbol supo que contenía el tesoro más grande del mundo.
Una tarde, un viajero cansado y sus amigos se subieron al viejo bote de pesca. El viajero se quedó dormido mientras el segundo árbol navegaba tranquilamente hacia adentro del lago. De repente, una impresionante y aterradora tormenta llegó al lago, el pequeño árbol se llenó de temor, él sabía que no tenía la fuerza para llevar a todos esos pasajeros a la orilla a salvo con ese viento y lluvia. El hombre cansado se levantó, se paró, y alzando su mano dijo: -"Calma". La tormenta se detuvo tan rápido como comenzó. Y de repente el segundo árbol supo que él llevaba navegando al Rey del Cielo y de la Tierra.
Un viernes en la mañana el tercer árbol se extraño cuando sus tablas fueron tomadas de aquel almacén de madera olvidado. Se asustó al ser llevado a través de una impresionante multitud de personas enojadas. Se llenó de temor cuando unos soldados clavaron las manos de un hombre en su madera. Se sintió feo, áspero y cruel. Pero un domingo por la mañana, cuando el sol brilló y la tierra tembló con júbilo debajo de su madera, el tercer árbol supo que EL AMOR DE DIOS HABÍA CAMBIADO TODO. Esto hizo que el árbol se sintiera fuerte, y cada vez que la gente pensara en el tercer árbol, ellos pensarían en Dios. Eso era mucho mejor que ser el árbol más alto del mundo.

¿QUE TAN RICO ERES?

ERES MAS RICO DE LO QUE IMAGINAS...

Dios tomó forma de mendigo y bajó al pueblo, buscó la casa del zapatero y le dijo: Hermano, soy muy pobre, no tengo una sola moneda en la bolsa y éstas son mis únicas sandalias, están rotas, si tu me haces el favor. El zapatero le dijo, estoy cansado de que todos vengan a pedir y nadie a dar. El Señor le dijo, yo puedo darte lo que tú necesitas. El zapatero desconfiado viendo un mendigo le preguntó. ¿Tú podrías darme el millón de dólares que necesito para ser feliz? El Señor le dijo: yo puedo darte diez veces más que eso, pero a cambio de algo. El zapatero preguntó ¿ a cambió de qué? A cambio de tus piernas.
 El zapatero respondió para qué quiero diez millones de dólares si no puedo caminar. Entonces el Señor le dijo, bueno, puedo darte cien millones de dólares a cambio de tus brazos. El zapatero respondió ¿para qué quiero yo cien millones de dólares si ni siquiera puedo comer solo? Entonces el Señor le dijo, bueno, puedo darte mil millones de dólares a cambio de tus ojos. El zapatero pensó poco ¿para qué quiero mil millones de dólares si no voy a poder ver a mi mujer, a mis hijos, a mis amigos? Entonces el Señor le dijo: ¡ Ah, hermano! Qué fortuna tienes y no te das cuenta.

El arrepentimiento

                      El verdadero arrepentimiento


Jenny pensó que sus padres no le darían permiso para irse de fiesta con unos amigos, de manera que les mintió y les dijo que iba al cine con una compañera. Aunque se sintió un poco mal porque no les dijo la verdad, tampoco le dio muchas vueltas al asunto y se dispuso a divertirse. 
La pizza estuvo bien y la fiesta genial : al final su amigo Pedro que ya estaba medio borracho, la invito a dar un paseo, pero primero quiso dar una fumadita... Jenny no podía creer que él estuviera fumando eso, pero aún así subió al carro con él. 
De repente Pedro comenzó a propasarse. Eso no era lo que Jenny quería del todo. 

"Tal vez mis padres tienen razón" - pensó-; 

"quizás soy muy joven para salir así. " 

"¿Cómo pude ser tan tonta?" 

"Por favor, Pedro -dijo- llévame a casa, no me quiero quedar 


Molesto, Pedro arrancó el carro y comenzó a conducir a toda velocidad. Jenny, asustada, le rogó que fuera más despacio, pero mientras más ella le suplicaba, más él pisaba el acelerador. De repente, vio un gran resplandor. 

"Oh, Dios ayúdanos. 

¡Vamos a chocar! 

Ella recibió toda la fuerza del impacto, todo se puso negro. 

Semi-inconsciente, sintió que alguien la saco del carro retorcido, y escucho voces: 

¡llamen a la ambulancia! "Estos jóvenes están en problemas". 

Le pareció oír que había dos carros involucrados en el choque. 

Despertó en el hospital viendo caras tristes. "Estuvistes en un choque terrible", - dijo alguien - 

En medio de la confusión se enteró de que Pedro estaba muerto. 

A ella misma le dijeron "Jenny, hacemos todo lo que podemos, pero parece ser que te perderemos a ti también". 


¿Y la gente del otro carro? - Preguntó Jenny llorando - 

"También murieron" le contestaron. 

Jenny rezó: "Dios perdóname por lo que he hecho, yo sólo quería una no 

de diversión. 

Y dirigiéndose a una de las enfermeras pidió:

"Por favor, dígale a la familia de los que iban en el otro carro que me perdonen que yo quisiera regresarles a sus seres queridos. 
Dígale a mi mamá y a mi papá que lo siento, porque mentí, y que me siento culpable porque varios hayan muerto.

Por favor enfermera, ¿Les podrá decir esto de mi parte?. 

La enfermera se quedó callada, como una estatua. 

Instantes después, Jenny murió. 

Un hombre cuestionó entonces duramente a la enfermera: 

"¿Porque no hizo lo posible para cumplir la última voluntad de esa niña?" 

La enfermera miró al hombre con ojos llenos de tristeza, y le dijo: 

"Porque la gente en el otro carro eran su papá y su mamá que habían salido a buscarla". 







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